Cada vez que tenemos una pequeña oportunidad aprovechamos para salir al campo, a la naturaleza a recargar nuestras pilas.
No es necesario ni ir súper lejos ni escaparnos una semana, con un Fin de Semana nos conformamos, tras nuestra grata experiencia este invierno con la salida a buscar setas, nos quedo el gusanillo de poder volver a salir a buscar cualquier cosa.
Los niños quedaron encantados, y con ganas de volver a hacer alguna actividad en la naturaleza.
Por eso cuando mi hermana me propuso la idea de ir a buscar espárragos, me pareció fantástica, encima cuando se lo dije a los peques les pareció genial. La idea de volver a la montaña a recolectar algún producto silvestre les vuelve locos y encima si es con sus primas mas todavía.
Rugat, es un pequeño pueblo de Valencia, con apenas una superficie de 3,10 km, y 179 habitantes. Rodeada de encantadores parajes, y mucha vegetación, a 1 hora en coche desde Alicante.
Pues dicho y hecho, sin pensarlo dos veces el Jueves estábamos reservando un par de casitas en un camping súper mono en Rugat, CAMPING NATURA.
Nos decidimos por coger dos casitas de obra, pero tienen un montón de posibilidades desde Móvil Home, Caravanas o casitas de obra, hasta si tenéis vuestra propia tienda de campaña podéis llevarla y hacer camping.
Nosotros seguro que volveremos a repetir y cogeremos otro tipo de alojamiento, no por nada si no porque a los niños les encantaría pasar una noche en caravana. De echo las casas eran muy cómodas para cenar los ocho en su interior.
Llegamos el Sábado a medio día con un día súper soleado, comimos en la calle ya que hacia un día genial, y después con unas ganas locas nos fuimos a buscar nuestros espárragos.
Como auténticos exploradores nos metimos en plena naturaleza, buscando y rebuscando nuestros espárragos, la sorpresa es que los espárragos cuesta de vernos ya que se esconden entre la maleza y se camuflan muy bien con tanto verde, pero los peques los encontraban fácilmente, jijijiji que contentos se ponían cuando encontraban los espárragos, casi como si hubiésemos encontrado algún tesoro maravilloso, y es que se conforman con cosas tan sencillas, que muchas veces nos complicamos la existencia de una manera que no tiene explicación.
Al final entre todos conseguimos un buen manojo de espárragos, por lo menos ya teníamos la cena asegurada.
Son mas espárragos de los que veis en la foto, pero como el ansia nos puede siempre acabamos comiéndonos las cosas antes de hacerles la foto.
Volvimos al Camping y aprovechamos para estar un ratito en un pequeño lago que tienen, donde hay un pequeño cauce con agua, unos cuantos patos, unas ocas muy locas y una cabra muy graciosa.
Lo mejor de este tipo de camping de montaña es que suelen ser muy familiares, pequeñitos y con la ventaja de que los niños pueden andar libremente de un lado para otro sin peligro.
Por la noche nos hicimos una barbacoa súper rica, y como no un buen revuelto de espárragos con huevos. ( Lo siento la foto no llego, nos lo zampamos antes).
El domingo como todos teníamos el gusanillo de la recolecta del día anterior, tras reponer fuerzas con un buen desayuno, volvimos a coger camino y nos fuimos a hacer una pequeña excursión.
En nuestro recorrido pasamos junto al Moli.
Un pequeño y escondido rincón
y sin perder comba seguíamos recolectando nuestros espárragos.
Al final volvimos a coger un buen puñadito.
Y a lo tonto tonto dimos un buen paseo, lo que nos hizo abrir el apetito.
Lo mejor de todo es que habíamos dejado encargada una paella, por lo que no tendríamos que hacer la comida cuando llegásemos al camping. (Una de las ventajas es que pagas un pequeño suplemento y te dejan quedar hasta las seis de la tarde), por lo que aprovechas muy bien el domingo, y al llevar niños es lo mejor, ya que puedes comer tranquilamente al solecito mientras ellos siguen correteando.
Tras un pequeño descanso, decidimos que era hora de empezar a volver a nuestro hogar, pero antes haríamos alguna paradita por el camino para visitar algún lugar. El señor del camping encantador nos dijo que pasásemos a visitar el Castillo de Carricola que nos venia de paso y que a los niños les gustaría.
Llegamos hasta donde empezaba el ascenso y aunque dudamos un poco ya que se nos había hecho un poco tarde y puesto que eran las 18:10 y pronto empezaría a oscurecer decidimos empezar a subir hasta donde pudiésemos, ya que los carteles indicaban que hasta el castillo eran 30 Minutos, y encima con un peque de tres años mas vago que el suelo, y Adrián que si que es todo un explorador/montañero con 6 añazos.
La verdad es que la subida era durilla, súper empinado el camino y con algunos peldaños que estaban pensados para gigantes.
Pero a Adrián le gusto tanto el recorrido, lleno de escondites (pequeñas cuevas), y obras de arte en plena naturaleza (EXPOSICION BIODIVERSO) una iniciativa maravillosa que le daba un encanto especial a esta excursión, un total de 70 obras escultóricas y pictóricas repartidas en dos recorridos: el barranco del Castillo y los caminos de la agua. Los expositores y artistas han participado de forma desinteresada. Era tan ameno el paseo que cuando nos dimos cuenta estábamos arriba. Nosotros apenas vimos unas cuantas, pero seguro que como esta zona nos ha enganchado volveremos pronto.
Os dejo algunas fotos.
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Detalle de la decoración de los peldaños |
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Hormigas metálicas escondidas entre los Pinos |
Os dejo este enlace donde podéis ver las 70 obras que se han expuesto.Pincha
Aquí
Y en este otro podéis ver a los artistas en plena faena,
Aquí
Ya estamos arriba en la Torre del Castell, ha sido mas ameno y mas rápido de lo que pensamos.
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Torre del Siglo X-XI |
Al final hemos invertido 50 minutos en subir y bajar, con todas la paradas para hacer las fotos, subir a la torre y salirnos de la senda para entrar en algún escondite que otro.
Ahora un bocata al coche y para casita.
Y mañana a buscar nuevas actividades y rincones que visitar, y sobre todo que respetar.
Un beso